jueves, 10 de abril de 2014

Bienvenidos

Quiero daros la bienvenida a En el drama de mi cocina, mi nuevo blog en el que quiero compartir con todos vosotros mi experiencia en los fogones (o en mi caso en la vitro, aunque para el caso es lo mismo). 

He de confesaros que hasta hace unos tres años mis conocimientos culinarios no pasaban de calentar al microondas algún tupper que me habían dejado congelado previamente o a veces me venía arriba y desplegaba mis inspiración sobre una masa de pizza congelada. Pero todo cambió cuando mi amado y jubilado padre decidió volar del nido, me quedé sola en casa y comprendí que de pizzas y congelados no podría sobrevivir más de un mes sin que mis análisis de sangre comenzaran a mostrar niveles preocupantes o sin volverme loca por comer siempre lo mismo.

Tras el pánico inicial y varios incidentes con aceite hirviendo y con paranoias del tipo "aquí huele a gas" (menos mal que me mudé a un piso con vitrocerámica porque aquello era un sinvivir) me pareció buena idea preguntar a otras personas que hubieran pasado del huevo frito (ojo, que tiene su dificultad) para empaparme de la sabiduría que sólo da la experiencia. Pero no fue tan sencillo como pensaba.

Para empezar en ningún sistema métrico viene definido que demonios es una pizca, un puñado, un chorro o un hasta que tu veas, porque mira que lo he buscado sin hallar más que desesperación y la sensación de no estar entendiendo nada. Entiendo que si llevas cocinando lentejas durante más de 20 años lo haces hasta en sueños, pero por favor... Si alguien con cara de asustado te pregunta cuánto tiempo debe dejar una tortilla en la sartén antes de darle la vuelta, os está pidiendo algo así como "unos tres minutos" y no un "hasta que tu veas que se está haciendo" porque, si os pregunta, es que no lo ve muy claro. He dicho.

Como la experiencia ajena no me traía más que disgustos y platos tan salados que el mero hecho de olerlos me daban ganas de beber agua como si no hubiera mañana, pensé: "¿Quién me soluciona siempre los problemas cuando estoy desesperada?" y una voz del más allá me respondió que me fuera de cabeza a Internet por si alguien tan perdido como yo explicaba en algún lugar la diferencia entre comerte una tortilla francesa y unos huevos revueltos.

Gracias a ello he podido sobrevivir hasta el día de hoy, incluso me he ido aficionando  poco a poco y ya le añado mi toque personal a los platos hasta no parecerse en casi nada a la receta original.

Por ello el objetivo principal de este blog no es convertirse en un lugar donde accedan expertos cocineros para ampliar su ya basto conocimiento, sino el lugar que me hubiera gustado encontrar hace tres años para poder comer sano, variado y sin volverme loca en el intento.

Antes de finalizar esta presentación os dejo una cuenta de correo electrónico (eldramademivida@gmail.com) donde estaré encantada de recibir recetas sencillitas que pueda ir añadiendo al blog.

Espero que os guste.

1 comentario:

  1. querida espe la receta muy bien y ademas y rica mucho me gusto pero quiero mas asi que con mucho gusto aqui espero
    gracias y hasta pronto

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